viernes, 12 de septiembre de 2014

Sergio Urrego, suicidio y discriminación escolar.

                               Fotografía del colectivo Mujeres CONciencia

Lo sucedido con el joven de 16 años Sergio Urrego en la ciudad de Bogotá, más allá de enmarcase en la discriminación y persecución de las directivas del colegio Gimnasio Castillo Campestre, muestra la discriminación social, intolerancia e ideología conservadora que una parte de la sociedad Colombiana impone a los y las que defienden su derecho de ser diferentes. En un país que desde 1991 se declaró laico, plural y que se mofa de ser la democracia más antigua de América Latina, el caso del joven Sergio muestra tan solo la punta del iceberg de la estigmatización y persecución que sufrimos los que pensamos y trabajamos en este país para que una verdadera sociedad más justa e incluyente sea posible. El descaro con que algunas instituciones gubernamentales hablan de pluralidad democrática e inclusión social, cuidado y derechos de los niños y de cumplimiento a la ley, difiere mucho de su actuar real cuando frente a los cientos de casos presentados por discriminaciones, quemaduras en el rostro por ácido y asesinatos de género etc, se asumen con un silencio e inoperancia cómplice.

 Y es que en este país es costumbre convertir las victimas en victimarios y en hacer de la violencia física y psicológica el medio para obtener los "comportamientos y cosas" que una persona o grupo de personas en su cotidianidad nunca haría. Son varios los casos en que mujeres que denuncian haber sido violadas tienen que demostrar que fueron victimas, o escuchar la justificación "por algo será que se lo hicieron" frente a los cientos de casos de mujeres victimas de ácido en su rostro. La "naturalidad" con que algunos congresistas pueden mal hablar de la diversidad sexual tratándola de sexo excremental sin que conlleve a mayores sanciones, la "naturalidad" con que la Procuraduria puede imponer santuarios e imágenes católicas en sus oficinas y persigue a los funcionarios que están para defender los derechos de la población LGBT, el ICBF que habla de defender los derechos de los niños, no hace seguimiento a las miles de demandas recurrentes por irreponsabilidad alimentaria o abandono de hogar de padres y madres biológicos en cuanto a la protección y cuidado de los niños, pero si esta para negar una familia a una niña solo porque tienen dos mamás aunque tengan los cuidados necesarios por parte de ellas.

La cuestión va más allá, es una ideología conservadora, arcaica y recalcitrante amparada en los ideales de San Agustín que se convierte en fascismo en algunos casos, que impone sus ideales institucionales y morales a una sociedad cambiante, en donde "supuestamente" lo privado y lo público son aspectos sociales respetados, pero que si lo privado no responde a lo público, este último puede llegar a regular a tal punto que puede despojar  los derechos ciudadanos y humanos a su antojo, lo importante es mantener el "status quo" familiar y de género.  Para nadie es un secreto que la institución familiar en Colombia en gran parte es disfuncional y monoparental y que en la práctica parejas del mismo sexo conviven incluso mejor que muchas parejas heterosexuales, que el fin del matrimonio no es la reproducción porque para esta no se necesita estar casados y que desde los años 70´s y 80´s según la OMS la homosexualidad no es considerada enfermedad y que la pastilla del día después no es un aborto. Aún asi, muchos funcionarios públicos y privados insisten desde sus puestos de "micropoder" en imponer sus ideales conservadores, que llevan a situaciones tan catastróficas como la del joven Sergio Urrego.

Es hora de aceptar que transitamos en la postmodenidad y que ésta se fundamenta en los valores, percepciones y modos de organizacion social de las personas que viven en el mundo globalizado del siglo XXI, en donde el reconocimiento a la diversidad cultural y sexual es un derecho y un deber de las instituciones, de las leyes. Frente a esto nos preguntamos ¿Cómo la institución escolar esta abordando los cambios curriculares y organizacionales que la diversidad cultural y sexual requiere?, ¿Cuáles son las visiones que tienen los docentes frente a la diversidad cultural y sexual?, ¿Cómo los docentes en su práctica promueven una cultura de respeto e inclusión de la diversidad cultural y sexual con sus alumnos? esperamos que no todo se quede en las famosas competencias ciudadanas que hasta el momento solo están en el papel.

Grupo Mujeres CONciencia.
Cali-Valle-Colombia.
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Compartimos enlaces desde el periódico el Espectador, relacionados con el caso de Sergio, tal vez hasta ahora uno de los pocos medios de comunicación nacional que le ha da el cubrimiento e importancia que el caso merece:

Las pruebas de Sergio (7 sept 2014)
http://www.elespectador.com/noticias/bogota/pruebas-de-sergio-articulo-515085

Contradicciones en el caso del alumno (9 sept 2014)
http://www.elespectador.com/noticias/bogota/contradicciones-el-caso-del-alumno-suicida-articulo-515760

Del paraíso al infierno (11 sept 2014)
http://www.elespectador.com/opinion/del-paraiso-al-infierno-columna-516147


Polémica por proyecto de incluir la cátedra de género en colegios (8 sept 2014)
http://www.elespectador.com/noticias/politica/polemica-proyecto-ordena-instaurar-catedra-de-genero-co-articulo-515389


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